Hace poco tiempo me senté a platicar con mi abuelo paterno, su nombre es Pedro Pérez Aceves, yo sabía que el había sido bracero, por eso le hice el comentario de que habíamos hablado un poco del programa Bracero en la escuela, entonces el me dijo que si quería saber algo el me podía hablar de su experiencia y así que a continuación armaré su historia de vida laboral y unos datos más de su vida gracias a la platica que surgió aquel día, además de todas las conversaciones e historias contadas por él o por otros miembros de mi familia durante estos años que he formado parte de la familia Pérez Hernández.
Pedro Pérez Aceves nació hace 71 años, el 29 de junio de 1936 en el rancho «El Cacalote» aunque ahora se llama «La Purisima», que forma parte del municipio de Zapotlanejo, Jalisco.
Cuando tenía como 8 años su familia se mudó a Magdalena, porque su papá consiguió un trabajo de «chivero», cuidaba chivas y además sembraba, ese trabajo de chivero fue al primero que mi abuelo Pedro se dedicó. Por desgracia hubo una epidemia en Magdalena y esta cobró la vida de un hermano de Pedro, por lo que a familia decidió regresarse a La Purisima.
Mi abuelo trabajó de campesino desde los 12 años, luego se casó con Aurora a la edad de 20 años.
Mi abuelo hizo su primera incursión como Bracero en 1957, y lo hizo continuamente hasta 1963, duró 6 años llendo y viniendo, asu regreso continuaba su labor de campesino. Para empezar el programa, fue a Chihuahua con personas de su pueblo, allá la primera vez permaceció 15 días para ser colocado, las siguientes ocaciones no duró tanto tiempo; había gente que duraba menos tiempo el decía que iban apalabrados o pagaban su lugar más caro que los demás, por que si, para entrar en el programa había que pagar una cuota.
Estuvo en muchos pueblos de Estados Unidos, Pecos (TX), Amarillo(TX), Waco (TX), Temple (TX), Childress (TX), Modesto (CA), Stockton (CA), Chico (CA), esos fueron algunos en los que estuvo, aunque obviamente no era en el pueblo donde vivía sino en ranchos cercanos. En esos ranchos se dedico a ser campesino, en especial a pizcar, pizcaban de todo, naranjas, limones, duraznos, mandarinas, algodón, uva, maiz, fresa, lo que hubiera.
No se podía quejar mucho de donde dormir, dormía en las famosas barracas, caballerizas adaptadas como dormitorios. Además comía ahi mismo, sus recuerdos más malos fueron de Amarillo, donde comía en sus ranchería aledaña de lunes a viernes de 500 a 1000 hombres, pero los sábados y domingos tenían que ir a la cabeza del rancho, porque sólo ahí trabajaban las cocineras, y habían mas de 7000 trabajadores en filas enormes, decía que una vez servido tu plato y con tu pan y encontrar un lugar en una mesa, tenías que devorar todo rápidamente, además de por tener hambre, porque los encargados te corrían de la mesa.
Había tiendas en los campos, como las famosas tiendas de raya en la época porfirista, podías pagar con los tickets en los que te marcaban cuanto habías recogido ese día.
Trabajaba a destajo, así que podías trabajar lo que quisieras, el trabajaba incluso 14 horas, sin trabajo no había comida, no había dinero que mandar a la familia.
En Estados Unidos no necesitaba hablar mucho inglés, además de que iban muchas personas de su mismo rancho, había muchisimos mexicanos y además el mayordomo (una especie de capataz) por lo general era chicano y hablaba español e inglés.
En 1963, el se escapó de Childress, Texas con un compadre, fue la última vez que estuvo en el programa Bracero, no se arrepiente mucho de haberlo hecho, primero porque poco tiempo después se acabó el programa y otra porque conoció Chicago, lugar al que regreso varias veces entre 1963 y 1973 a trabajar por temporadas.
El recuerda que en 1963 se dirigía a La Joya, Caifornia a visitar a una de sus hermanas cuando mataron al presidente Kennedy, a él no le importó mucho.
Entre 1963 y 1973 estuvo llendo y viniendo como mojado a Estados Unidos principalmente a trabajar en Chicago, sino a traer fayuca de Laredo, Texas.
En 1971 y 1972 se llevó en dos ocaciones a su hijo mayor Carlos, a trabajar con él, cuando sólo tenía 14 años, a mi tío Carlos le encantó Chicago, donde trabajan en la construcción y en los campos y él sí aprendió inglés.
En 1973, mi abuelo regresó a México para quedarse, se había cansado de tantas vueltas, además había fallecido un hijo de él y se quería quedar un tiempo con la familia; ya no regresó a Estados Unidos a trabajar nunca más.
Durante 1973 y 1977 trabajó de refresquero, o más bien de repartidor de refrescos. Repartía en todo el occidente del país refrescos de las marcas Caballito, Chaparritas, AGA y Señorial. Después sus cuñados lo invitaron a trabajar de camionero, el no aceptó, dijo que era un trabajo muy peligroso.
En 1978 y hasta 1997 manejo una tlapalería, que cambio de sede tres veces, se llamaba tlapaería México, pero eso fue ya aquí en Guadalajara cuando se mudó con toda su familia para aca. Ese mismo año (78) falleció otro hijo de él, no ha vuelto a morir otro, por lo que le sobreviven 8 hijos, 6 hombres y 2 mujeres; uno de los hombres y las dos mujeres viven como inmigrantes ilegales en Texas, Iowa y Nebraska.
En 1983 compró un rancho en Zapotlanejo, en una ex-hacienda llamada «La Palma», el terreno era muy grande y lo llenó principalmente de árboles de guayaba, por lo que es conocido en Zapotlanejo como «La Guayabera», del terreno aquel nunca hizo un gran negocio, sólamente quería un lugar para recordar su temporada de campesino y para descansar. En sus mejores tiempos vendía las guayabas a tiendas o a una fabrica de dulces en la que hacían rollo de guayaba. De aquel terreno ahora sólo le quedan 2 hectáreas y tiene Guayabos, Naranjos, Mangos, Limas, Limoneros, un pequeño maizal, dos manzanos, dos duraznos y unos cuantos borregos. Antes llegó a tener puercos y chivos (para recordar que fue chivero, nos dice).
Hoy en día trabaja sólo por gusto en su rancho y va a ver a sus hijos trabajar en una bodega, a veces les ayuda.
Esa es la historia laboral de mi abuelo, espero y les sirva de algo.